En los albores de la historia, Dios era mujer. Entonces, luz y oscuridad danzaban unidas y lo femenino estaba hermanado a lo masculino. Después, el Dios sustituyó a la diosa y lo femenino fue separado de lo masculino y reprimido. Sin embargo, la diosa no dejó de luchar por renacer en el corazón de los seres humanos. Hoy asistimos a un renacimiento de lo femenino. Las mujeres nos vemos desbordadas por cientos de reclamos que no nos dejan respirar: estar guapas, ser amas de casa, esposas, buenas profesionales, amigas, amantes... Estamos estresadas, cansadas, a veces enfermas... Los rostros de Eva habla de la feminidad y lanza un puente hacia la Diosa que habita en todas nosotras. Analiza los procesos psicológicos por los que atraviesa la mujer a lo largo de su vida, conectándolos con arquetipos extraídos de la mitología occidental: la infancia, las relaciones -madre-hija, la interacción con el padre y lo masculino, lo que el patriarcado ha reprimido de la mujer, las relaciones de pareja, la sexualidad, la menopausia...